Wednesday, May 25, 2016

Otello el cazador

¡Hola! ¿Cómo les ha ido en lo que va esta semana? ¡Espero que muy bien! Les cuento que por mi parte estoy muy feliz porque las historias de Otello se están leyendo (o eso dicen las estadísticas) y pues ha sido una respuesta muy positiva. Les agradecería que compartieran las historias con sus cercanos, allegados, amigos, enemigos, familiares y todo ser que le gusten este tipo de anécdotas que solo busca entretenerlos un momento. Si tienen alguna idea, alguna sugerencia, algún aporte, pueden dejarlo como comentario y con el mayor de los gustos vamos implementado más cosas.

Hoy, quiero comentarles un "chascarrillo" que ocurrió un día que Ote, nuestro amigo de cuatro patas, salió a dar su paseo en el día. Como sabrán, él corre por un sendero que hay entre el conjunto residencial donde vivimos y otro, y este limita con una parte medio silvestre en la falda de una loma (nada grave, pura vegetación y una vista espectacular). Continuando con la historia, resulta que ese día el se encontraba ahí, jugando como un angelito alma de Dios con Tara (ya saben la Pitbull Stanford hermanita de él), cuando de repente, escucharon que algo se movía entre el pasto. Ellos, muy sagaces, se quedaron impávidos ubicando de dónde venía el movimiento. El silencio invadió el ambiente, una leve brisa cruzó y movió el pasto. Una vez más hubo otro movimiento entre las ramas y la maleza, y de repente, un cacareo. Sí, una gallina andaba por ahí, perdida en el tiempo y el espacio. 

No fue que diera un cacareo más cuando nuestro amigo peludo blanco y negro y la Stanford han salido en su intempestiva persecución al estilo Rocky II cuando está entrenando con un pollo (al final de la historia les dejo el video para que me entiendan por si no han visto la película o no se acuerdan). ¡Zas! la gallina sale por un lado. ¡Bam! Otello salta sobre ella pero esta escapa. ¡Grrr! Tara intenta alcanzarla pero se da cuenta que la gallina, créanlo o no, tenía muchísimo mejor estado físico. De repente, Ote no aparece por ningún lado y la gallina solo se concentra en la perra color cobre. En un abrir y cerrar de ojos, perra y ave pasan por un sector y Ote salta de inmediato como con ¡Sorpresa, te tengo! Y en los ojos de la pobre gallinita se alcanza a ver la expresión de: "Aquí fue, ya valí". 

¡Pero no! ¡La gallina ha escapado milagrosamente de las fauces de Otello! Y como jugador de fútbol, lo elude y elude a su otra contrincante de forma maravillosa. El público grita: ¡Oleeeeee! y aplauden... Ok no, eso no es de esta historia... En fin, Ote y Tara corrieron hasta que hicieron sudar la gallina y simplemente, la dejaron ir. 

"Ese perro no sirvió, ese perro no sirvió"; triste pero cierto, atrapar una gallina no es fácil, pero fue tan entretenido ver la concentración de estos canes para capturarla... Fue maravilloso.

Después de regresar a casa, lo regañé. No porque se haya puesto a perseguir una gallina, sino porque me dejó antojado de hacer gallina criolla y gratis.

Nunca más volvimos a ver la pobre ave, quizás murió de un paro respiratorio o se cansó y volvió a su hogar con miedo a los perros, nunca lo sabré. Pero lo que sí es cierto es que donde Ote hubiera alcanzado ese animalito, ya hubiera sido huesitos hace rato y lógicamente hubieran tenido su parte en sus respectivos platos.

Acá les dejo el video de Rocky II (aclaro, es Rocky y el pollo):


Y acá les dejo el "baia baia" de Ote:

¡Espero nos volvamos a encontrar el viernes! ¡Hasta entonces!

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